Forma de vida

«Los árboles me han dado siempre los sermones más profundos.(…)

En sus ramas más altas susurra el mundo y sus raíces descansan en lo infinito; pero no se abandonan ahí, luchan con toda su fuerza vital por una única cosa: cumplir con ellos mismos según sus propias leyes, desarrollando su propia forma, representándose a sí mismos.

 

Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar con ellos y sabe escucharlos, descubre la verdad. Ellos no predican doctrinas ni recetas. Predican, indiferentes al detalle, la originaria ley de la vida.

 

El árbol dice: en mí hay escondido un núcleo, una luz, un pensamiento. Soy vida de la vida eterna. Único es el propósito y el experimento que la madre eterna ha hecho conmigo. Únicos son mi forma y los pliegues de mi piel, así como único es el más humilde juego de hojas de mis ramas y la más pequeña herida de mi corteza. Fui hecho para formar y revelar lo eterno en mis más pequeñas marcas.

 

 

El árbol dice: mi fuerza es la confianza. No sé nada de mis padres y no sé nada de los miles de hijos que cada año nacen de mí. Vivo, hasta el final, el secreto de mi semilla y de nada más me ocupo. Confío que Dios está en mí. Confío que mi misión es sagrada. Y de esta confianza vivo.

 

Así susurra el árbol al atardecer cuando nos inquietamos con nuestros pensamientos infantiles. Los árboles tienen un razonamiento más extenso, más apacible y de largo aliento, igual que tienen vidas más largas que las nuestras. Son más sabios que nosotros mientras no les escuchemos. Pero cuando hemos aprendido a prestarles atención, la brevedad, la rapidez y el apresuramiento pueril de nuestro juicio, alcanza una alegría incomparable. Quien haya aprendido a escuchar a los árboles no busca más ser un árbol. No querrá ser distinto de lo que es. Ésa es la patria. Eso es la felicidad.»

 

Hermann Hesse. El Caminante

Imaginemos un mundo sostenible y bello con prácticas como la energía renovable para minimizar nuestro impacto en el planeta y ser autosuficientes. Creemos una economía equilibrada y reduzcamos nuestra dependencia del consumo masivo para dejar un mundo mejor a las próximas generaciones. 

La arquitectura del proyecto busca optimizar los recursos naturales y los sistemas de edificación cuidando la orientación, iluminación, ventilación, aislamiento y el uso de materiales sostenibles y energías renovables, reduciendo el impacto ambiental y minimizando el impacto ambiental.